Encontrado un frío día de otoño, el abuelo se folla a la chica en el suelo del salón de su casa. Encontró a esta hada en una de las tranquilas calles de San Remo, por la que le gusta caminar en cualquier clima, mientras recuerda los días de la tormentosa juventud. Habiendo abrigado al invitado con una copa de buen vino cosechado en sus viñedos el año pasado, se sexo de viejos con jovenes dio cuenta de que, en agradecimiento a su hospitalidad, ella no le negaría pequeñas bromas, sobre todo porque él, a pesar de su edad y canas, era claramente simpatizante de esta intrigante jovencita.
