Absolutamente tranquilo y sin nervios, el cornudo observa como su esposa es follada por una gran polla negra. El africano calvo no estuvo en la ceremonia con esta mujer y no le prestó atención a su novio. No pronunció una palabra, y al principio, con su poderoso e incontenible coño, trabajó en la espaciosa boca del davalka. Entonces el señor decidió estirar y probar la fuerza de la vagina de la niña. La tumbó de espaldas y, en posición abuelas chinas follando de misionero, comenzó a hacer profundas estocadas ya martillar la polla en el útero hasta los mismísimos testículos.
Ancianas xxx
© 2021 Todos los derechos reservados.